Tuesday, January 10, 2012

La duda y el miedo

En contrapunto de la fe y el coraje vienen la duda y el miedo. Mientras el Bien usa la Voz de la fe para envalentonar, el mal usa la voz de la duda para aterrorizar. ¿A quién seguir? ¿A quién servir? ¿Qué decisión tomar?

En el conflicto íntimo entre estas dos voces sólo hay una salida: ¡dudar de las dudas!
Dudar de la duda es dudar de la fuerza del mal. Cuando él dice: “cuidado, eso puede salir mal. No resultó con el fulano”, etc., la respuesta inmediata debe ser: “Si Dios es conmigo, ¡quiero ver con mis propios ojos que Él es comigo!” Entonces, va hasta lo último, sin miedo. Esa batalla con la duda es librada en lo íntimo y es justamente ahí que se define la victoria. Eso es combatir el buen combate de la fe para tomar posesión, no sólo de la vida de calidad, mas, sobretodo, de la vida eterna. (1 Timoteo 6:12)
Creer en Dios significa mucho más que creer en Su existencia. Sino creer que Él hará lo que prometió que haría.

Obispo Macedo